consejos para camareros novatos

5 Consejos para Camareros Novatos y sin experiencia

Un buen profesional de hostelería deberá enfrentarse a numerosos retos y desafíos para poder ser considerado como tal. Por eso, hoy os traemos los mejores consejos para camareros novatos sin experiencia. La hostelería es una profesión especial y muy bonita, no necesariamente dura, desmitifiquemos.

Empezar, como en todo no es fácil, pero con estos consejos para camareros novatos o camareras sin experiencia podrás al fin enfrentarte al desafío de ser un empleado competente, o de ser el caso, poder ofrecer a tu personal, todas las herramientas necesarias para dar y tener un buen servicio.

Todo buen camarero o camarera, maitre de restaurante o gerente se ha enfrentado alguna vez a la dura prueba del servicio en mesa y la atención al cliente. Es sin duda la experiencia la que va a marcar el rumbo de nuestras acciones dentro de un restaurante o bar.

Camareros y camareras principiantes, tranquilidad aquí, todo llega. Si no tenemos la experiencia, esta se puede suplir con preparación y una buena dosis de entusiasmo.

Si por otro lado ya no eres un camarero o camarera novato, te animo a continuar leyendo, porque de todo se puede aprender. Y porque además daré ejemplos reales con los que te vas a sentir identificado y que son realmente divertidos.

He aquí los 5 consejos para camareros o camareras novatos y sin experiencia que no te puedes perder:

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1. Prepárate y fórmate todo lo que puedas, de manera continua

Existen numerosas oportunidades para prepararse que son proporcionadas tanto por organizaciones públicas como privadas. A través de lo público podrás formarte en distintos ámbitos dentro de la hostelería y la restauración, pudiendo obtener titulaciones como los certificados de profesionalidad o los diplomas de aprovechamiento.

Los ayuntamientos suelen ofertar cursos de distintos niveles, no es necesario que estés empadronado en un municipio en concreto, simplemente solicítalo. La oficina de empleo es otro recurso a explotar a la hora de recibir formación.

En el ámbito privado, existen infinidad de cursos en escuelas de formación para camareros novatos. En muchas ocasiones podrás concertar un curso privado y que este pase a ser bonificado por la oficina de empleo. No es necesario estar desempleado, simplemente deberás apuntarte como en “mejora de empleo”.

Por otro lado, las distintas marcas o distribuidores con los que trabajas en el bar o restaurante ofrecen formación en distintos ámbitos como la coctelería, cocina, marketing o novedades del sector. Si bien es verdad con el fin de vender sus productos, pero que pueden ser realmente útiles.

Conoce tu propio restaurante, estudia la carta, prueba cada plato, cada vino y cerveza, es importante saber lo que vendemos. Y no te limites a eso, en la medida de lo posible debes conocer los procesos de elaboración de cada producto, sus componentes, su origen. Que no te intimiden las preguntas de tus clientes, utiliza esta información como tu fuerza de venta.

Por último, no menos importante, sé autodidacta, puedes recurrir a infinidad de libros escritos por los mejores profesionales del sector en los que aportan su visión de la hostelería y buen hacer. O simplemente visita webs de interés o canales de Youtube, pueden llegar a ser realmente didácticos.

El camarero o camarera que no sabía nada:

En muchas ocasiones podemos suplir la falta de preparación con una buena actitud, pidiendo disculpas ante equivocaciones o retrasos, pero, hazme caso, a la tercera ni buenas formas ni bromas, tenemos un cliente insatisfecho.

– Cliente: “¡Hola buenas! ¿Qué cerveza tienes?”

– Camarero: Un momento por favor, voy a preguntar 🙂

– Cliente: “Perdona ¿cómo son las empanadillas, tienes alguna vegetariana

– Camarero: Creo que sí, déjame ver, vuelvo enseguida 🙂

– Cliente: “Disculpa, esta cerveza era muy fuerte ¿que vinos blancos tienes?”

– Camarero: No sé bien, un momento por favor…

– Cliente: “Hola ¿Le queda mucho a la comida?”

– Camarero: Un momento, voy a preguntar

(Como os decía, hasta la tercera se podía aguantar la situación).

2. Ten todo preparado antes del servicio

Mise en place que significa del francés “establecimiento”. Tiene que ver con todas aquellas tareas de preparación del servicio que tenemos que realizar previamente.Lo más habitual es que sean tareas que estén totalmente integradas en la cotidianeidad del local: tener cubiertos listos, limones cortados, cambio en la caja, etc. Pero pueden sufrir variaciones en función del turno.

Otra situación que se produce comúnmente es que el encargado de turno vaya ordenando las distintas acciones a los distintos camareros o camareras según las necesidades del momento. O bien, que existan una serie de protocolos definidos que cada empleado deberá consultar antes, durante y al terminar el servicio o turno.

Para ser un camarero o camarera rápido o rápida, y sobre todo eficaz, esta parte es vital. Lógicamente, cuanto más a nuestra disposición estén los recursos a necesitar, mayor rapidez alcanzaremos en nuestro servicio. Imaginemos sino la situación contraria.

El camarero o camarera que no tiene de nada:

Habéis observado alguna vez algún compañero o compañera con un ritmo frenético en sala o en barra, pero que parece que su servicio no avanza y tiene a todos los clientes llamando.

Pues bien, esto denota una clara falta de “establecimiento”. Tener todo preparado y accesible no solo hace que nuestro turno sea mucho más ágil, además nos confiere la tranquilidad de un jedi, nosotros más contentos y nuestros clientes también.

Por otro lado, este ejercicio es un ejercicio vivo, las necesidades iniciales de preparación quizás no se correspondan con las necesarias en cuanto al volumen recibido. Por lo que tendremos que redefinirlas, aumentarlas.

La clave en este apartado está en que si algún día nos vemos sobrepasados por una situación determinada, que el siguiente turno sea siempre preparado según el peor escenario.

3. Trucos para llevar una bandeja

La física es nuestra amiga, todos los trucos para llevar una bandeja tienen a final de cuentas la física como origen. Cómo cargar una bandeja o cómo coger la bandeja tienen una clave común, cuanto más cerca de nuestro cuerpo esté el peso menor será nuestro esfuerzo.

Imaginemos simplemente que tenemos agarrada una bolsa de la mano, ¿Cómo nos será más sencillo llevarla, alejando la bolsa de nuestro cuerpo sosteniéndola con el hombro o acercándola lo máximo posible a nuestro cuerpo? Independientemente de que la bolsa esté colgando o sujeta con el antebrazo hacia arriba y el hombro “encajado”, el peso soportado será mucho menor.

De igual modo, los elementos dentro de la bandeja deberán ser colocados teniendo en cuenta la posición de nuestra mano. Cualquier vaso o botella que no coloquemos sobre la ubicación de la mano, hará que la bandeja caiga. Otra cosa es que podamos jugar con el peso de una botella, por ejemplo, para colocar elementos menos pesados alrededor y conseguir transportar más cosas.

El camarero o camarera o camarera que perdió su bandeja:

La bandeja es una herramienta fundamental en nuestra profesión. De hecho, ver trabajar a un camarero o camarera con la bandeja bien nos transmite mayor sensación de preparación y profesionalidad.

Si volvemos al ejemplo del camarero que no para, si además de no tener el local preparado, no usa bandeja, los kilómetros que tendrá que hacer el compañero le servirán para preparar la maratón de Nueva York, pero el servicio dejará mucho que desear.

4. Aprende de tus errores y sé honesto

Es normal cometer errores, en la vida en general, y al empezar en un trabajo, en particular. Si somos tímidos tendremos un tipo de problemas y si somos muy lanzados otros, pero no debemos renunciar a nuestro ser, simplemente adaptarnos a las necesidades del cliente.

La profesión de camarero o camarero es una profesión de servicio y por lo tanto no tengo reparos en utilizar la expresión servicial. Debemos estar predispuestos a solucionar las peticiones de nuestros clientes y hacerlo de la mejor forma posible, adaptándonos a la política del local en cada situación.

Las empresas gastan ingentes cantidades de dinero en imagen y publicidad, pero la cara del negocio al final es la nuestra, tengamos en cuenta eso. Camareros felices atienden a clientes más felices en empresas con resultados más satisfactorios.

En cuanto a la resolución de errores he aquí otra palabra clave: honestidad. Cuando no podamos satisfacer una determinada petición, no engañemos por favor, que el cliente tenga la información y sea quien decida. Seguramente cambiemos la queja por el agradecimiento. Pongo un ejemplo.

El camarero o camarera que tenía miedo al error:

Un cliente nos pide un vino blanco, pero esa referencia en concreto no está a la temperatura de servicio ideal.

Escenario A: La camarera opta por poner otra referencia sin avisar al cliente, este que es habitual, se da cuenta, por lo que la compañera tendrá que: pedir disculpas, ofrecer otro y tirar el vino con la correspondiente pérdida.

Escenario B: La camarera opta por poner el vino fresquito pero no a su temperatura ideal. Sucederá algo bastante similar, y el cliente seguro nada satisfecho.

Escenario H de honestidad: La camarera indicará al cliente que no considera que el vino que ha pedido esté a la temperatura ideal, por lo que le pedirá disculpas y le recomendará distintas alternativas. El cliente optará por cualquier otra referencia agradeciendo el gesto de sinceridad y complicidad.

5. El camarero o camarera, ese gran desconocido

Pocas cosas hay más bonitas que conseguir que un cliente se convierta en habitual. Con el paso del tiempo conoceremos sus gustos, su profesión, sus amigos y familiares, sabremos de sus momentos más difíciles y quizás con el tiempo hagamos un amigo

Todo ello no está reñido en ningún caso con nuestra profesionalidad. Debemos saber en todo momento cuál es nuestra posición y establecer una serie de límites en esa nueva relación.

Priorizar o categorizar clientes no es buena práctica. La distribución de tiempos debe ser siempre similar. En nuestra mano está ofrecer mayor o menor confianza, pero no hay que caer en el error de pensar que al ser nuestro cliente un “amigo” podemos ofrecerle un servicio peor o más informal.

Un fallo es un fallo igualmente y precisamente si lo apreciamos debemos ser, si cabe, más atentos. Por otro lado la ecuanimidad está en nuestro decálogo también. Todo cliente merece el mismo trato independientemente de su condición, antigüedad o gasto medio.

Si eres un camarero o camarera que está empezando espero que estos consejos hayan podido ayudarte. Son bastante lógicos, dales una oportunidad. Si consideras que hay otras formas que te ayudan más, adelante, de eso se trata. Si eres encargado, o propietario, no olvidemos tus orígenes, y ten paciencia, todos merecemos una oportunidad.

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