La gestión de las vacaciones del personal en hostelería es un asunto no menor que puede llegar a suponer graves perjuicios tanto para los empleados del local, como para la administración del mismo.
Una correcta política de comunicación entre las partes y la capacidad de llegar a acuerdos, son nuestras herramientas de trabajo en este aspecto. Sin ellas, corremos el riesgo de sufrir problemas en periodos precisamente críticos en nuestro sector: los vacacionales.
En este artículo comentaré mi recorrido como gerente durante una década, pasando por una visión más flexible inicial hasta regular según lo establecido por la ley.
Hablaremos sobre convenios, en este caso el de la Comunidad de Madrid. Y por último, a modo de ejemplo, desgranaré la circular que utilizamos para organizar las vacaciones del personal a principios de año.
Mi experiencia como gerente de hostelería
Corría el año 2010 cuando inauguramos nuestro local. La verdad es que durante el primer año no hubo mucho que gestionar con respecto a vacaciones, trabajamos los socios casi sin descanso.
Hasta que un tiempo después, bien por mayor volumen de trabajo bien por la salida de algún socio, contratamos a personal. La gestión de las vacaciones era nula, con lo que a la llegada del verano tuvimos nuestro primer problema. Agosto era el mes que más trabajábamos pero había que dar vacaciones al equipo, con lo que este se suplió con una gran paliza por nuestra parte.
Para los años siguientes ya no nos pillaría el problema de las vacaciones de verano, pero empezamos a detectar nuevos contratiempos. Un fin de semana sí y otro también, a los compañeros del equipo les iba saliendo compromisos de fines de semana: una boda, un cumpleaños, etc.
Nosotros desde la dirección teníamos como máxima: “queremos trabajadores felices e implicados” con lo que por norma accedíamos, y luego ese día lo descontábamos como vacaciones. ¿De qué nos dimos cuenta? Pues de que al final su periodo vacacional se extendía en el tiempo por meses, repartidos en días sueltos y fines de semana. Insostenible.
Detectado y atajado este último problema vimos que no sería el último, al año siguiente, empezaron a sucederse los encontronazos entre compañeros que querían disfrutar del mismo periodo vacacional, como nosotros nos veíamos con músculo accedíamos sin problema.
¿Qué sucedió? Pues que cuando te quedas con una configuración mínima aparecen siempre todos los problemas: una baja, mucho volumen de trabajo, un corte, todo junto. Con lo que de nuevo, error.
Finalmente, no queda otra, regular siempre según convenio y planificar, emplazar a los compañeros a que lleguen a acuerdos entre sí y solucionar conflictos desde la dirección.
Convenio regulador de las vacaciones laborales
Según el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, las vacaciones quedan reguladas por el siguiente convenio. Consultar especialmente desde la página 11.
Este convenio está aprobado por parte de la administración y de todos los agentes sociales. Tiene vigencia desde el 20 de noviembre de 2021 y regula otros muchos aspectos. Por ejemplo, los días de descanso, las horas extra, etc. Además, es de obligado cumplimiento.
Consejos para gestionar las vacaciones laborales en hostelería
He aquí los 6 consejos para gestionar las vacaciones laborales de tus empleados.
1. Enviar una circular
Envía siempre una circular a tus empleados a primeros de año, explica el funcionamiento de la solicitud de periodo vacacional mediante instrucciones. Da todo el margen que puedas para la organización de sus fechas entre el equipo y establece siempre un plazo máximo inamovible, salvo excepción mayor.
2. Establece un periodo para el disfrute de las vacaciones
Debemos establecer periodos de disfrute de las vacaciones del personal compaginando las necesidades del local con la normativa.
Un posible ejemplo sería,:
- Primer periodo, antes del 15 junio el trabajador deberá disfrutar de 15 días. Pudiendo disfrutar de mínimo 7 y máximo 15 días seguidos.
- Segundo periodo, antes del 30 de noviembre el trabajador deberá disfrutar de los días restantes.
3. Establece un criterio de prioridad
Determinar un criterio para priorizar quién elige primero vacaciones y por qué. El criterio más habitual es el de la antigüedad, pero de nuevo hay que establecer límites para la toma de la decisión de forma que no afecte a la planificación del resto.
4. Evita las concurrencias
Aquí una de las claves para evitar problemas imprevistos. Debemos establecer esta norma básica, ningún trabajador puede solicitar un periodo vacacional que se solape con el de otro u otros compañeros.
5. Informa de periodos no elegibles
Queda a nuestra elección determinar o no qué meses (o semanas) no son susceptibles de ser elegidos como periodo vacacional dependiendo de la idiosincrasia del local.
Por ejemplo, los meses de agosto y diciembre, en el caso de coincidir con los de mayor facturación del local y necesitamos a nuestro mejor equipo funcionando.
6. Analiza todas las solicitudes
Por último, debemos estudiar cada una de las solicitudes, comprobando que se cumplen todos y cada uno de los criterios comentados anteriormente.
Este paso debemos hacerlo antes de conceder un periodo vacacional determinado, para posteriormente hacer llegar al trabajador la aceptación.
Podemos incluir todas las excepciones y consideraciones que entendamos útiles para nuestro negocio y para el bienestar del equipo. Pero al final de nuestra circular deberíamos incluir un texto que indique que “la solicitud no supone su autorización”.
Los periodos vacacionales y, sobre todo, aquellos días estivales o festivos que sean propios de cada ciudad o municipio requieren de un estudio previo.
Es posible que un festivo determinado juegue a nuestro favor en términos de facturación o a la contra, dependiendo de nuestra ubicación, con lo que es importante que queden reflejados en nuestra circular si así lo consideramos necesario.
Por último, recalcar la importancia de una buena comunicación entre dirección y equipo. Así como entre compañeros del equipo, velando siempre por un equilibrio entre las partes.
Mi recomendación es adolecer siempre de cierta laxitud a la hora de enfrentar situaciones no contempladas, reflejando siempre su excepcionalidad y apuntando el incidente para futuras actualizaciones de nuestra circular.